Casi coincidiendo con la fecha del 35 aniversario de la muerte de Ian Curtis, la casa en la que vivió el cantante de Joy Division ha sido comprada por un fan del grupo por 115.000 libras. Su intención es crear allí un museo para promover la leyenda de la banda inglesa.
Ian Curtis se suicidó en su casa de Macclesfield el 18 de mayo de 1980. Dejaba mujer, Deborah, y una hija, Natalie. El año pasado se subastó en eBay la mesa de la cocina del hogar de los Curtis por 8.400 libras y cuando se anunció hace unos meses que la casa estaba a la venta fueron muchos los fans que manifestaron su intención de comprarla.
Al final, ha sido Hadar Goldman quien se ha hecho con la propiedad situada en el número 77 de Barton Street de Macclesfied (Cheshire), que había sido anunciada en Rightmove en febrero al mismo precio de salida. A esa cantidad deberá sumarle los gastos legales que conlleva la transacción, unas 75.000 libras.
La casa de Ian Curtis tiene dos salitas, dos habitaciones dobles, una cocina de buen tamaño y un jardín trasero compartido. Para comprarla y transformarla en un museo con posterioridad se habían lanzado varias campañas de crowfunding, una de ellas en IndieGogo, que al final no prosperó.
El músico y emprendedor Hadar Goldman se inspiró en esas campañas para retomar la idea de la creación del museo de Joy Division en la casa que un día perteneció a Ian Curtis y su familia, en cuya cocina se quitó la vida.
En los planes de Goldman está involucrar al club de fans de la banda para convertir este museo en un lugar de encuentro de fans y amantes de la música de Joy Division en todo el mundo.
El museo se creará usando a la vez el corazón y el alma. La herencia de Joy Division es algo que hay necesidad de preservar para todos los fans que tienen en el mundo. Cuando llegue el momento, daremos la bienvenida a las ideas de cualquier persona interesada en formar parte de un proyecto tan emocionante que conmemora una parte significativa de la historia de la música.
Varios ex componentes de Joy Division han expresado su opinión sobre la creación del museo de Joy Divison. Mientras que el bajista Peter Hook manifestó que era un gran cumplido a la memoria de Ian Curtis y a la propia banda, el guitarrista Bernard Sumner ha mostrado su preocupación porque la casa se convierta en un monumento al suicidio.
Vía: Uncut